
Dicho evento fue clave para que la artista recordara a editores y lectores el no permitir que la tecnología mate a los libros tradicionales, pues asegura que no hay nada más hermoso que el libro, el papel, la fuente y la tela.
El libro de memorias, "Just Kids", abarca una etapa de la artista en Nueva York hacia la década de 1960, donde destaca su amistad con el fotógrafo Robert Mapplethorpe además de ofrecernos una mirada personal de la vida bohemia del Nueva York de finales de los sesenta.
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